lunes, 11 de mayo de 2020

11 de Mayo 2020

11 de Mayo 2020
Amigos y Poesía







Día Mundial de las Aves Migratorias.



Un día más con los Amigos y Poesía contra el coronavirus


ÚLTIMA HORA:

Ayer al mediodía, cuando estaba ultimando este artículo, pegaron en la puerta, y era mi vecina Charo, que traía un bollo de pan, recién hecho.
Un bollo de verdad, con una miga para mojar en huevos de dos yemas, o en cualquier salsa, o untarle manteca colorá .
Muchas gracias Charo.
No sólo de poesía vive el hombre. También podéis luchar contra el coronavirus, con panes, dulces y bizcochos caseros.
Ya sabéis, mi portero electrónico es el segundo, empezando por abajo.




Vamos al alimento espiritual:
María Ángeles Andrades, recita con su dulce voz, Tu nombre, poema de mi libro Poesía del desencanto.

He hundido mi dedo en la arena,
y con surcos he puesto tu nombre.
Ha durado tan solo un segundo,
lo ha borrado una ola atrevida.

He gritado en lo alto del monte,
pronunciando muy claro tu nombre.
Y una enérgica racha de viento
lo ha robado del aire enseguida.

He grabado con una navaja,
en el tronco de un árbol, tu nombre.
Y la savia que brotó al momento,
lo cubrió para toda la vida.

Con un trozo de duro metal,
he tallado en la roca tu nombre.
Y al quitar una arista salida
he debido de dar un mal golpe…

Pues la piedra en pequeños fragmentos,
por los suelos ha quedado esparcida





Dejaré te nunca, de mi libro Poesía del desencanto, recitado por mi amiga Tere,


Piedras brillantes.
El agua: de la mar.
Caudal constante,
mi amarga soledad.

Escucha el caminante,
el aire de la montaña.
Silbido desafiante,
que siempre me acompaña.

La sal: de tu llanto.
La música: tus caderas.
Llegado el desencanto,
¿serás mi compañera?

Malagueño: el cielo.
Tu risa: celeste.
Por qué tanto velo,
¿para no poder verte?

Tu ausencia: el infierno.
Tu cuerpo: la avaricia.
En verano, en invierno,
tu boca me desquicia.

¿Quizás te quede un beso?
Despréndete de él.
En la distancia pienso,
que saciará mi sed.

¿Tendrías dos caricias?
Acércate a mi cuerpo,
la aventura que inicias,
será eterna en el tiempo.

¿Te sobran tres palabras?
Al revés, grítalas juntas.
¿por qué no me las das?
¡Dejaré te nunca!





Y, para acabar, Sin… otro poema de mi libro Poesía del desencanto, recitado por mi ángel de la guarda…


Escribimos versos incompletos,
palabras y frases
sin sentido.

Cruzamos ríos sin agua,
secos y polvorientos,
sin puentes.

Viajamos en trenes,
sin vagones, sin revisor
ni maquinista.

Navegamos sin barca y
pescamos sin redes
en la playa sin mar.

Volamos junto a pájaros
sin alas, sin pudor
ni vergüenza.

Saltamos sobre charcos
sin lluvia, bajo los arco iris
en blanco y negro.

Mezclamos nuestros labios,
sin prisas, en interminables
besos.

                       Bebimos sin sed,
en copas de cristal y
en vasos de plástico.

Comimos sin hambre,
en platos cuadrados,
azules y verdes.

Bailamos, muy pegados,
sin músicos ni orquestas,
sin instrumentos.

Cantamos sin la voz,
afónicos de cuerdas,
de partituras huérfanos.

Paseamos por ciudades
sin plazas, ni viviendas,
sin calles para huir.

Durmiendo, sin almohada,
ni en camas, ni en colchones.
Miramos, sin ser vistos,
a un cielo sin estrellas y
sin nubes blancas.

Escribimos frases incompletas,
palabras y versos
sin sentido.







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