30 de Abril 2020
Mi amigo Antonio Jiménez
Hoy celebramos el Día Internacional del Jazz
Quiero terminar el mes de Abril, hablando de un gran amigo: Antonio
Jiménez.
Al octavo día de comenzar el año 1941, en La Victoria , un municipio de
20 kilómetros
cuadrados, a 29
kilómetros de Córdoba, una mujer se puso de parto,
mientras faenaba en la campiña.
El esposo intentó subirla al mulo, para acercarla al pueblo,
pero la inminente llegada del bebé hizo imposible que la madre montase en la bestia.
Entonces, decidió ir en busca de
la partera y traerla, para que asistiera al parto de su primogénito.
Antes de partir, la acomodó bajo
la sombra de un olivo robusto y centenario.
Al trote, sobre la bestia, cuando
llegó la partera, Antoñito ya estaba en los brazos de su madre, y sólo hubo que
cortar el cordón umbilical.
Antonio se crió en la dura y
calurosa campiña cordobesa, faenando en el campo, a más de cuarenta grados,
desde muy pequeño.
Esta situación, llevó a Antonio a
prepararse las oposiciones a Correos y las aprobó.
Yo lo conocí el mes de Diciembre
del año 2015, en el Colegio Blas Infante de Ciudad Jardín.
Elegante, con su inseparable
gorra, asistía al Trofeo de Navidad de Tenis de Mesa, que organiza desde hace
treintitantos años, como presidente del club de Ciudad Jardín.
Los lunes y miércoles a las seis
de la tarde, en el pabellón del colegio, vamos a practicar este deporte y a
echar un ratito con los amigos.
Muy importante, la actividad es
totalmente gratuita, y estáis todos invitados.
Antonio Jiménez, es una persona
comprometida, que participa en la junta de distrito, en los problemas del
barrio.
Todo el que lo conoce, sabe de su
afición por el campo.
En su parcela de Cártama, cultiva
las mejores lechugas y acelgas, los tomates más carnosos y las habas más
tiernas, que puedas probar.
Pero el verdadero tesoro, lo
proporciona unos nogales de nueces pecanas, que son mi perdición.
Desde el día en que le conocí,
entablamos una amistad inquebrantable, siempre tiene buenas palabras de
aliento. Es bueno rodearse de amigos que irradian positividad.
¡Ah, se me olvidaba! Es un
virtuoso de las nuevas tecnologías, con su tableta y su ordenador, se maneja en
las redes el Tío Antonio, como es conocido.
Cada mañana, en mayúsculas,
escribe en el Facebook, para gozo de sus seguidores y seguidoras.
Antonio, que nuestra amistad dure
quinientos años más, como tú dices.
Puedo presumir de tener un amigo,
que nació bajo un olivo, árbol que simboliza la paz y la amistad.
Un abrazo, Maestro… “El
Maestro es el Maestro”
Aquí os dejo un vídeo para que
veáis como se mantiene, físicamente, durante este encierro en casa.
Antonio, hablo bajito para que no
se entere nadie, tráeme una bolsita de nueces…
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