30 de Marzo 2020
Yo estuve allí – Casares
¡Buenos días!
En numerosas ocasiones he visitado este bonito pueblo, de
calles estrechas, sinuosas y empinadas. Pueblo blanco, con las casas encaladas.
En el centro del pueblo está la plaza de España, allí
podemos ver el busto de Blas Infante, nacido en Casares y padre de la patria
andaluza, podemos visitar su casa natal
en calle Carrera, 51.
La fuente de Carlos
III, en el centro de la plaza, nos ofrece agua fresca y buena de verdad.
También está la Ermita
de San Sebastian, con la Virgen
del Rosario, patrona del pueblo.
Partiendo de la plaza, subiendo empinadas calles, llegamos a
las ruinas del Castillo árabe, del siglo XIII, a la Iglesia de la Encarnación ,
construida sobre la fortaleza, y el cementerio.
Desde lo más alto, podemos ver unas espectaculares vistas.
Casares tiene playa, a pesar de estar situado en la sierra,
y de camino nos podemos bañar en los Baños de la Hedionda.
Se dice, que aquí el diablo exhaló su último aliento cuando
fue expulsado por Santiago. Esta es una de las leyendas populares para
justificar el olor a azufre de las aguas.
Otra historia que se cuenta, es que siendo pretor, Julio
César, se bañó para aliviar su problema de la piel.
Lo que está probado es que se bañaron sus tropas, a la
espera de la batalla con Pompeyo. Están declarados Bien de Interés Cultural.
Desde la casa de mi Prima Antonia, he podido disfrutar del
vuelo de las rapaces y de un atardecer precioso, junto a mi primo José, con su
inseparable cigarro apagado.
Sugerencia musical de hoy
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