5 de Marzo 2020
entra y se cuela,
sin tocar el timbre,
jugando con el hambre
del pájaro que vuela,
fugazmente, por un cielo,
tamizado de azul.
golpea mis párpados,
cerrados y encogidos,
por la desidia de ver
paisajes protegidos,
en famélica decadencia mental.
despierta mi instinto,
básico y visual.
Se buscan resplandores
y sombras,
luminarias y oscuridades.
Me encuentro
sombreros con flores,
en un ritual
distinto y distante,
lejos de los bares
de mi memoria.
En las montañas
de mi nostalgia,
acompaño a extrañas criaturas,
que vuelan en tríos y en parejas.
Desnudos nos bañamos
en el río, si el pudor nos deja.
coloreando a mis espíritus,
a las amapolas apagadas
y a las margaritas deshojadas.
Penetra por la puerta,
entreabierta de tus piernas.
Sexo en secreto,
a la fuerza, por decreto.
invadió el reflejo
de mi intimidad,
quebró la frontera verde.
Si yo gano, ella pierde.
Luz maldita,
deslizada en mis sábanas,
sedientas, de seda rosa.
Te reflejas en el espejo,
del alma rota.
Ya se marchó, libre,
mi mariposa.
Ángel
Maldonado Alba
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