27 de Febrero 2020

27 de Febrero 2020

IKEA

            ¡Buenos días dormilones!

IKEA, ¡qué idea! Pues la idea fue de Ingvar Kamprad que se crió en una granja de Elmtaryd, en Suecia. En 1943,

Con 17 años comenzó un negocio de venta de artículos por correo. Su idea era vender artículos que cubrieran diversas necesidades, a precios asequibles. Así comenzó vendiendo bolígrafos, billeteras, marcos, relojes, joyería, mesitas de noche, cosmética y medias de nailon.

En 1947 expande su negocio a la venta de muebles y cuatro años más tarde publica el primer catálogo con diseños propios IKEA de muebles.

Sólo vendía por catálogo, pero la competencia le llevó a una guerra de precios, que bajó los márgenes y puso en riesgo la calidad. Con la idea de lograr un mayor acercamiento entre sus productos y sus clientes, Kamprad decide inaugurar su primer salón de exhibición en Älmhult, en el sur de Suecia.

La idea era realizar muebles desmontados. Para facilitar su transporte los metió en embalajes planos, que redujeron aún más el precio final al cliente.

IKEA se expandió por el mundo.

Quién no se ha acordado del fundador, de su familia y de sus difuntos, cuando hemos abierto el embalaje de un mueble de IKEA, y encontramos tablas y más tablas, una bolsita con media ferretería, clavos, tornillos, tuercas…

Por último, miramos las instrucciones de montaje, con la esperanza de poder montar, lo antes posible, el mueble que hemos comprado.

¿O hemos comprado un rompecabezas?

Se nos queda cara de IKEA.

Y cuántos complementos de decoración hay en una tienda IKEA, estratégicamente colocados.

Quién no tiene en su casa, una velita, un farolito, un vasito, un marquito, una macetita con flores de plástico, un cojín, una escobilla del váter, una lamparita, una fundita…del IKEA.

Quién no ha probado, las salchichas, las albóndigas, los dulces de canela…del IKEA

Quién no ha llenado varias veces la taza de café, o el vaso de cola…del IKEA

Hoy he vuelto al IKEA, ¡Qué idea!