sábado, 8 de febrero de 2020

19 de Enero 2020


19 de Enero de 2020 
El viento.

El viento ha tirado la jaula del pájaro, y muchas cosas más. El viento se lo lleva todo. Es el movimiento, en masa, del aire. El aire es algo más natural y más suave. Cuando una persona se parece a alguien, se dice vulgarmente: “se le da un aire…”
¿Deberíamos decir cuando dos personas son idénticas: “se le da un viento”?
En definitiva que el aire es más suave y poético que el viento.
Al viento, según su intensidad, se le llama brisa, temporal, tormenta, huracán o tifón.
El viento tiene algunas habilidades, como por ejemplo alborotar los cabellos, acumular todos los papeles y basura en la puerta de casa, llenarte de arena la tortilla en un día de playa… Y, el más romántico, es que sabe silbar.
El aire, según la temperatura, lo podemos llamar aire frío o aire caliente, que en Málaga se le conoce como “terral”. Cuando hace terral, donde mejor se está es en los portales de los bloques.
Me olvidé del pájaro. No tiene nombre. Llegó un buen día a la cocina, como Carlos Arguiñano,  y mi mujer lo cogió y lo metió en una jaula. Es un mixto, híbrido de Jilguero y Canaria. Canta mucho mejor que el viento silba. A pesar del destrozo de la jaula rodando por el suelo y con la puerta abierta, el pájaro no se ha escapado. No me hubiese disgustado si se hubiera marchado, pues aunque me alegra su canto, me duele su cautiverio.

Bueno, os dejo, voy a terminar de recoger todo lo que el viento ha tirado al suelo, en mi patio. Me quedo con el viento y con el canto del mixto.
Hay un refrán que dice “a las palabras se las lleva el viento”
Otro que dice “a la mujer y al viento, pocas veces y con tiento”
Hasta otro día.

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