4 de Enero de 2020
El roscón de Reyes.
Es mi
dulce, con mucha diferencia, preferido.
A mí me gusta el del Lidl, relleno de nata.
Los he probado sin relleno, con crema, con trufa… Pero mi favorito
es el relleno de nata.
Le quito la fruta escarchada, lo abro y me lanzo de lleno al
roscón. Dejo huellas de nata en la barba y el bigote.
El récord, si mal no recuerdo, fue un año que comimos seis
roscones.
Como yo soy el que más come, tengo mayor probabilidad,
también, de encontrarme con el premio y con el haba.
La tarjeta que trae el Roscón, dice así:
He aquí el Roscón de Reyes
tradición de un gran banquete,
en el cual hay dos sorpresas
para los que tengan suerte.
En él hay, muy bien ocultas,
un haba y una figura;
el que lo vaya a cortar
hágalo sin travesura.
Quien en la boca se encuentre
una cosa un tanto dura,
a lo peor es el haba,
tradición de un gran banquete,
en el cual hay dos sorpresas
para los que tengan suerte.
En él hay, muy bien ocultas,
un haba y una figura;
el que lo vaya a cortar
hágalo sin travesura.
Quien en la boca se encuentre
una cosa un tanto dura,
a lo peor es el haba,
o a lo mejor la figura.
Si es el haba lo encontrado
este postre pagarás,
mas si ello es la figura
coronado y rey serás.
Si es el haba lo encontrado
este postre pagarás,
mas si ello es la figura
coronado y rey serás.
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